En Consejos, Perros

Este tipo de trastornos son muy habituales en el día día y aparecen muy frecuentemente en animales adoptados con pasados difíciles. Es muy importante tener en cuenta que uno de los problemas a solucionar es la dependencia excesiva con el dueño y esto es lo más difícil sin duda del tratamiento pues se requiere de un total compromiso por parte del mismo.

Es sumamente importante la implicación de TODAS las personas que convivan con el animal, si uno de los miembros no sigue las pautas es como no hacer nada.

¿Cómo reducir los niveles de estrés y ansiedad en el perro?

  • Establecer rutinas: Un horario, al igual que en personas les ayuda a sentir que conocen lo que ocurrirá después y reduce considerablemente los niveles de estrés. Se deben establecer momentos separados para el paseo, la comida, el juego, el relax en familia…
  • Aumentar los juegos y paseos: Un perro cansado esta menos ansioso, juegos de traer la pelota o ir a correr con el dueño suelen ser muy efectivos. Es necesario interactuar, no me sirve el dejarlo suelto y que corra, así no se cansan.
  • El perro SOLO podrá recibir atención por iniciativa del propietario: Se le debe ignorar cuando demande caricias, paseo, comida…solo cuando nosotros lo decidamos y en el momento en que este tranquilo se le deberán prestar las atenciones pertinentes. Sé que puede parecer cruel pero es necesario para conseguir que el perro sea más independiente.
  • Se debe premiar al animal siempre que se le vea tranquilo y alejado de nosotros.
  • NUNCA se debe relacionar la llegada del propietario a casa con el paseo para hacer sus necesidades, de esta manera estaríamos fomentando la ansiedad de la llegada con las necesidades fisiológicas del animal.
  • Debemos identificar las señales que ponen nervioso al animal como el sonido de las llaves, maquillarse, la chaqueta, los zapatos, etc. Y presentárselas varias veces al día mientras nos mantenemos en el domicilio.

¿Qué debo hacer antes de abandonar el domicilio?

El animal debe encontrarse tranquilo, para ello deberemos camuflar nuestra salida intentando que se note lo mínimo la preparación para la misma.

  • Sin rituales previos, ni colonia, ni chaqueta, ni llaves.
  • Es conveniente los 20 minutos previos a la salida no prestarle demasiada atención al perro y si se le puede dar un juguete (kong o del estilo, de los que llevan comida dentro que cuesta mucho sacar y los entretiene un rato) mejor que mejor. De esta manera el animal no está pendiente de nosotros al abandonar el domicilio.
  • No está demás, hacer esto mismo varias veces, para salidas cortas como un café de media hora o ir a comprar el periódico. Así resulta mucho más fácil asociar todo esto a salidas cortas y no problemáticas antes de pasar a mayores. Aumentando el tiempo de forma progresiva.
  • Si somos personas que suelen escuchar música mientras estamos en casa, es muy conveniente dejarla en nuestra ausencia. Pero nunca introducirlo si no es algo habitual.
  • Hay animales que se sienten amenazados en espacios grandes, si es el caso del tuyo y suele pasar el tiempo escondido en espacios más reducidos como pequeñas habitaciones, bajo de la mesa y de más. Se debería reducir a este espacio durante la ausencia de los propietarios, cerrando las puertas o colocando pequeñas rejas, pues en este lugar es donde el animal se siente seguro. Pero nunca encerrarlos en lugares demasiado pequeños ni nuevos para que no destrocen, con esto solo conseguiremos empeorar mucho el problema.
  • Y por último y no menos importante NUNCA Y DIGO NUNCA volver a casa al escuchar sus ladridos o estaremos fomentando esa conducta. Recordad que un estimulo positivo a una conducta se debe compensar con 10 o 15 estímulos negativos hacia la misma.

¿Qué debo hacer al llegar a casa?

  • No se debe ignorar por completo al animal, es antinatural, pero un hola corto y a otra cosa, es lo ideal. Nada de fomentar sus saltos y lloriqueo con caricias. Aún que sea la primera vez que no destroza nada. Una vez este calmado (20 minutos aprox.) entonces empezamos a prestarle atención.
  • Y nunca castigarle por lo ocurrido en vuestra ausencia.

¿Otro perro solucionaría el problema?

La respuesta es DEPENDE. Lo ideal es que uno adquiera otro animal cuando lo desea pues supone doble gasto en comida, atención veterinaria, doble energía para el paseo, el juego y de más … no se divierten uno a otro y ya está. También se debe tener en cuenta que hay animales que no se llevan bien y estaríamos ante dos problemas en vez de uno inicial. Si cabe la posibilidad de que se distraigan y la ansiedad desaparezca, pero también pueden destrozarte la casa entre los dos.

Pero no os desaniméis, la ansiedad por separación tiene un buen pronóstico, en el 83% de los caos evolucionan favorablemente y el resto responden bien a pautas de tratamiento comportamental + fármacoterapia. Pero esta es siempre la última opción.

Recordad trabajar en equipo todos los miembros de la familia y ante cualquier duda siempre podéis acudir a nosotros.

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