REHABILITACIÓN. Tres claves para el éxito

Mejorar la musculatura de los miembros posteriores en los perros es interesante tanto en perros en procesos de rehabilitación como en perros sanos que puedan presentar debilidad en estas extremidades. El papel de los dueños es fundamental en la recuperación, yo diría que casi el 70% depende de los cuidados que el perro recibe en casa. Por ello queríamos dejaros algunos consejos para vuestro día a día.

1.ELIMINAR EL DOLOR

Lo primero es dejar claro, que todo animal que presenta dolor articular debe ser evaluado primero por su veterinario. Hay dolencias que requieren la combinación del equipo médico, instaurando el tratamiento necesario, sea médico o quirúrgico, con el apoyo de los dueños y el cuidado en casa.

El tratamiento médico, como el uso de antinflamatorios químicos o naturales, puede combinarse con calor y masajes para reducir el dolor en la zona afectada, siempre y cuando este indicado por un profesional.

La aplicación de calor se debe realizarse de forma correcta, buscamos aplicar el llamado (calor seco) podemos conseguirlo mediante toallas calentadas previamente con un secador de pelo, o fabricando un cojín de calor casero, rellenando una funda de almohada con arroz y calentándolo unos minutos en el microondas. Nunca usar las esterillas de calor directamente sobre la piel del animal, pues pueden producir graves quemaduras, con horribles consecuencias.

Tan importante como la aplicación de calor, es el aislamiento de la zona afectada tanto del frio como de la humedad. Que nuestro perro duerma sobre una superficie acolchada es más importante de lo que creemos.

La fisioterapia y la acupuntura en animales ha adquirido muchísima importancia en los últimos años, ya que se han demostrado tener numerosas virtudes: incrementan la circulación, mantienen la movilidad de los músculos y las articulaciones, incrementan la resistencia física, minimizan las complicaciones que conlleva la inmovilización y proporciona estimulación psicológica. Esta siempre se debe realizar de la mano de especialistas.

2.POTENCIAR LA MUSCULATURA. LA GRAN IMPORTANCIA DEL PASEO DIARIO.

Los paseos son la forma más sencilla de empezar una rehabilitación, vamos a sacarle el máximo jugo a ese ratito que pasamos juntos.

Es importante conseguir que el perro trabaje con las patas traseras, esto lo podemos conseguir caminando con la correa corta e indicando al perro que debe cargar peso en los posteriores. Cuando el perro tira, esta fortaleciendo la musculatura tanto abdominal como de la espalda y extremidades posteriores. Para esos perros que tiran de la correa como si la vida les fuera en ello, un arnés de cuerpo facilitaría este ejercicio. Potenciar esta conducta no es recomendable, hay que mostrarle a nuestro perro que esto es algo puntual, un ejercicio durante una zona o tiempo concreto, NUNCA durante todo el paseo, pues estaríamos premiando una conducta inadecuada. Una forma simple de indicar el comienzo de este ejercicio y el final es el cambio de correa larga y collar durante el paseo a correa corta y arnés para el ejercicio.

Si salimos a pasear por una playa de arena dos veces por semana le estaremos haciendo un gran favor a nuestro peludo y a nosotros mismos. Este tipo de superficie fortalece todos los grupos musculares y al dificultar el avance, ejercita de más cada paso. También la superficie acolchada hace que cada zancada no termine en un golpe seco sobre la articulación. Y, por si fuera poco, se disfruta de unas vistas espectaculares que relajan cuerpo y alma. Aquí os dejamos un link de todas las playas en las que se aceptan mascota http://www.vetpjp.com/playas-para-perros/

Las caminatas en pendiente es otro de los ejercicios que debemos practicar, la inclinación de la pendiente va a forzar más el tercio posterior y el perro trabajará más y aumentará la potencia muscular del tercio posterior. La pendiente ascendente, al igual que subir escaleras obliga a distribuir el peso sobre el tercio posterior.

Podemos aumentar tanto la distancia como el tiempo del paseo semanalmente para así ir viendo el progreso y los resultados.

Las sentadillas (hacer que el perro se siente y se levante) va a ser otro de los ejercicios que utilizaremos; debemos reservar este ejercicio para cuando el perro no tenga dolor en los posteriores y su masa muscular sea la suficiente para aguantar este ejercicio.

El trabajo dentro del agua es uno de los mejores ejercicios ya que refuerzan la musculatura protegiendo las articulaciones.

En cuanto a la realización de masajes y ejercicios pasivos, de tipo flexión y extensión de la articulación, entre otros. Al igual que los ejercicios a realizar sobre la extremidad pasados unos días de la cirugía, creo que es mejor explicarlos caso a caso y mostrando en la consulta las posiciones correctas de las manos y hasta donde se debe forzar tanto la extensión como la flexión de la articulación.

3. MEJORAR SU ENTORNO Y CALIDAD DE VIDA.

Es muy importante controlar el peso, la obesidad y el sobrepeso dificultan la movilidad y sobrecargan las articulaciones.

Debemos recordar la importancia de que nuestro perro duerma sobre una superficie blanda y mullida, si no tolera la cama (sobre todo en verano) podemos optar por esterillas o superficies un poco menos aparatosas. Lo importante es que este aislado del frio y la humedad del suelo, al igual que evitar los golpes en las articulaciones al sentarse y tumbarse.

Las superficies resbaladizas como el gres o la madera, en las zonas de paso, descanso y comida, dificultan mucho el desplazamiento y predisponen a caídas. Poner una goma o caucho es una sencilla idea y muy económica.

Por último, no olvidéis la paciencia y el cariño pues se trata de ejercicios de superación. Nuestro perro puede mejorar mucho con nuestra ayuda, necesita que lo premiemos que los alentemos a seguir esforzándose.