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Frecuencia respiratoria en reposos

Diferentes artículos y estudios validan la valoración de la frecuencia respiratoria en reposos o durante el sueño en pacientes con enfermedad cardíaca como método de control de la desestabilización de la insuficiencia cardíaca congestiva izquierda.

La principal  y más grave consecuencia de la mayor parte de las enfermedades cardíacas en veterinaria es el edema de pulmón, el acumulo anormal de líquido dentro del pulmón. Una detección temprana nos permite modificar el tratamiento antes de que se llegue a una situación de urgencia.

A medida que el líquido invade los pulmones el animal, para introducir en su cuerpo la misma cantidad de oxigeno, tiene que respirar más veces, aumenta, por lo tanto, su frecuencia respiratoria.

Si nuestra mascota tiene una enfermedad cardíaca y, al menos una vez al día, empleamos un par de minutos en controlar la frecuencia respiratoria en casa, podremos detectar aumentos progresivos que nos dicen que algo no va bien.

El estudio sistemático por parte del propietario de la frecuencia permite una valoración muy sencilla y barata en la que, de forma temprana, se puede identificar un empeoramiento en la situación hemodinámica cardiaca sin llegar a situaciones ya de muy grave compromiso cardio-respiratorio.

Los resultados de algunos estudios sugieren que los perros con una enfermedad de fallo cardiaco izquierdo (por ejemplo una enfermedad valvular degenerativa o una cardiomiopatía dilatada) en varios grados de severidad pero en una fase subclínica, generalmente muestran una frecuencia respiratoria durante el sueño inferior a 25 rpm. Valores superiores reiterados a 35 rpm dan un porcentaje muy elevado de edema pulmonar. En relación a los gatos, los gatos sanos o gatos con una enfermedad cardiaca subclínica muestran una frecuencia respiratoria durante el sueño inferior a 30 rpm (la media del estudio era de 21 rpm).

En la actualidad, disponemos de aplicaciones para móviles que facilitan esta tarea. Es muy importante realizarlo de forma adecuada, la mejor manera es cuando el animal está dormido. Se cuentan durante un minuto los movimientos respiratorios del tórax y ya la tenemos.  En ocasiones contar los movimientos del tórax puede ser difícil en animales con mucho pelo, se puede colocar la mano suavemente encima sin ejercer presión para ayudarnos.

En general podemos decir que, los valores de normalidad son menos de 30 respiraciones por minuto aunque más importante que el número es la tendencia ya que la normalidad puede estar afectada por otras condiciones como la temperatura ambiente y la obesidad. Es importante recordar que un aumento de la frecuencia respiratoria no es un signo exclusivo de problemas cardíacos, otros problemas pulmonares también pueden aumentar la frecuencia respiratoria. En caso de duda consulte con su veterinario.

Para simplificar el control de la frecuencia respiratoria y facilitar su cumplimiento por parte de los propietarios, el Dr. Kittleson creó un documento que por su utilidad nos hemos permitido adaptar y compartir con todos vosotros.

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